El gobierno cubano está buscando alternativas a la dependencia petrolera y el desabastecimiento actual, y un proyecto que apunta al uso de coches eléctricos fue analizado en el Congreso Universitario Internacional 2020, celebrado en La Habana, capital cubana. Con el uso de vehículos alimentados por baterías, la Isla reduciría la dependencia de los combustibles tradicionales y rejuvenecería la flota automovilística. El problema es que el 85% de la electricidad que necesitan esos coches se produce a partir de combustibles fósiles, que Cuba no tiene.