Con deslumbrantes destellos dorados y la inquietante blancura del mármol lavado, la cúpula del Capitolio Nacional ha visto por fin este 30 de agosto nuevamente los cielos de La Habana, tras varios años de una restauración.
Con deslumbrantes destellos dorados y la inquietante blancura del mármol lavado, la cúpula del Capitolio Nacional ha visto por fin este 30 de agosto nuevamente los cielos de La Habana, tras varios años de una restauración.