Mientras que en Cuba se agudiza la escasez generalizada de alimentos y bienes de primera necesidad, para los cubanos radicados en el exterior, sobre todo en Estados Unidos, es cada vez más difícil ayudar a su familia. Se han reducido los viajes a la isla, las sanciones impuestas obstaculizan el envío de remesas y aumenta el costo de los envíos de alimentos, aseo y medicinas a la isla.