En Ciego de Ávila, la escasez de harina de trigo ha llevado a una drástica medida: las familias ahora reciben un pan normado de tan solo 50 gramos en lugar de los 80 gramos a los que estaban acostumbradas. Esta reducción en el tamaño del pan es una respuesta a la aguda falta de harina que afecta a la nación caribeña.