A propósito de la disminución de la entrada de turistas a la Isla, debido a las trabas gubernamentales del presidente norteamericano Donald Trump, y las depauperadas actuales relaciones con el principal emisor de turistas, Canadá, los dirigentes de este sector han abierto las puertas a algunas de sus restricciones más antiguas. Con la despedida del último crucero de base norteamericana, por donde más turistas habían entrado en el último lustro, Cuba acaba de permitir la entrada de aviones ultraligeros a las bases turísticas de la Isla caribeña.