La vida de Luis Yunier Carralero Pablo pudo haber terminado de manera precipitada hace solo unas horas, cuando accidentalmente cayó hasta lo más profundo de un pozo de 50 metros. Su cuerpo se precipitó por una estrecha abertura de apenas 60 centímetros, y fue a dar a un punto insondable por la vista, allá donde su voz apenas se escuchaba.