Unas 800 personas eran atendidas diariamente por la embajada de la República de Panamá en Cuba, cuando esa sede consular les extendía una tarjeta de turismo que tenía un costo de 20 CUC y aseguraba una única entrada al país centroamericano por un máximo de 30 días. Como quiera que las tarjetas eran vendidas justo el día antes del viaje, también unas 800 personas viajaban a diario a Panamá.