El 18 de mayo de 2018 parecía otro día ajetreado más en el Aeropuerto Internacional “José Martí” de La Habana. Se anunció, como indicaba la rutina, el vuelo del Boeing 737-200, que cubría la ruta nacional, Habana-Holguín, de Cubana de Aviación. Unos minutos después sucedía la tragedia.