Efectivos de la policía ocuparon más de 600 litros de hipoclorito de sodio en una vivienda en municipio capitalino de El Cerro, en La Habana, según un reporte de la televisión cubana.
El producto químico robado procedía de la Unidad Empresarial Básica (UEB) Distribuidora Occidente, de la Empresa Electroquímica de Sagua, una dependencia adscrita al Ministerio de Industrias.
La vivienda donde fue se almacenaba el cloro fungía como depósito transitorio, según las autoridades, y dista menos de 100 metros de las instalaciones de la Distribuidora.
La dueña de la casa comercializaba el producto tras mezclarlo con grandes cantidades de agua para aumentar el margen de ganancia.
Los precios ocilaban entre 15.00 pesos en moneda nacional (para envases de un litro y medio) y 200.00 pesos (depósitos de 20 litros).
La Distribuidora recibe usualmente más de 20 toneladas de hipoclorito de sodio y las distribuye a todas las provincias del occidente cubano, incluyendo el municipio especial Isla de la Juventud.
Según oficiales del Ministerio del Interior (MININT), el robo de la sustancia se producía en el horario comprendido entre las cinco y las seis de la tarde.
¿Cómo lo hacían? Los implicados le pagaban 100 pesos al conductor de un automóvil de la Distribuidora que poseía permiso de parqueo para que trasladara el hipoclorito hasta la vivienda donde la policía efectuó el registro.
Hasta el momento están formalmente acusados dos operarios de la Distribuidora Occidente, el conductor del auto que transportaba la mercancía y la dueña de la vivienda donde se almacenaba el cloro.
Los investigadores encontraron que, para enmascarar los faltantes, los depósitos de la Distribuidora eran rellenados con agua. A criterio de la dirección de la entidad no existían faltantes, aunque, en el proceso de investigación, la policía encontró otras irregularidades en la Unidad Empresarial.
“Rechazamos todo tipo de conductas como la de estos elementos que violaron todo el sistema de control, crearon las condiciones, y se les permitieron en algunos casos”, dijo Silvio Figueroa, director de Protección del Grupo Empresarial, suscrito a la Industria Química, al ser entrevistado por el noticiero de la televisión cubana.
Figueroa agregó que este tráfico ilegal de hipoclorito de sodio pudo poner en riesgo la salud de miembros del vecindario donde se ubica la casa-almacén ilegal, donde convivían niños menores de cinco años.
El hipoclorito de sodio, al ser disuelto en agua, se convierte en una disolución llamada lejía, cloro o lavandina, según la región del hablante.
Es un compuesto químico económico de fuerte carácter oxidante. Por sus características se utiliza como desinfectante, blanqueador y potabilizador del agua.
Cuba produce hipoclorito de sodio en la Empresa Electroquímica de Sagua, aunque en volúmenes insuficientes para satisfacer la demanda.
En medio de la crisis de desabastecimiento y ante la ausencia de jabón, el hipoclorito ha ganado protagonismo como base desinfectante en medio de la pandemia generada por el coronavirus SARS-Cov-2.