Es indudable que ahora es el peor momento para comprar una casa en Estados Unidos. Las tasas hipotecarias subieron de manera drástica respecto al año pasado. Tanto es así que para un préstamo de tasa fija a 30 años roza el 7%. Se marcaron más de 4 unidades porcentuales por encima de lo registrado en el año anterior.
Por razones obvias datos como el anterior ha disminuido bruscamente el poder adquisitivo de los compradores en un 14%. Así lo reveló Black Knight, una destacada compañía de estadísticas hipotecarias.
Ante semejante panorama inmobiliario los potenciales compradores desisten de adquirir una vivienda o ni siquiera piensan en ello. Es una reacción en cadena que también afecta los indicadores de ventas de casas.
Una encuesta de Fannie Mae resaltó que solo el 16% de las personas encuestadas piensa que es buen momento para comprar una casa. Ese escalofriante dato sobre el tema representa un mínimo histórico en Estados Unidos.
Récord de precios aparecieron con la pandemia
Durante la etapa de pandemia los precios de las viviendas se dispararon hasta niveles insospechados implantando, incluso, récords para el país. Justo ahora se nota un ligero descenso de los mismos, aunque todavía no son asequibles como desean los compradores.
En tanto, otro parámetro clave frena las ventas inmobiliarias. Por ejemplo, el bajo inventario de casas disponibles para la venta es un lastre actual que enfrentan, entre otros, las compañías y agentes de bienes raíces.
Al tema se refirió Jackie Lafferty, miembro de Baird & Warner Real Estate en Chicago: “es una combinación que nunca había visto”. “No hay oferta y las tasas de interés son elevadas. Por ello no hay motivación para que las personas se muden, a menos que tengan que hacerlo”, afirmó el experto.