Los precios en Estados Unidos registran un aumento considerable en 2022, y según un informe de la Reserva Federal el incremento en junio fue de 6,8%, respecto al año anterior.
Los alimentos, la renta, el transporte, la gasolina y otros bienes de primera necesidad registran un encarecimiento considerable en Estados Unidos. Mes tras mes los residentes en la primera potencia mundial han visto como aumenta el costo de la vida, y las últimas estadísticas dan cuenta de ello.
Entre mayo y junio el aumento fue nada menos que de un 1%. Y ello representa casi el doble de lo que ya habían aumentado en el mes precedente, o sea, de abril a mayo. Un incremento tan marcado en el último mes constituye un real signo de alarma ya que no se veía algo similar desde el año 2005.
Más llamativo resulta aún el informe de la Reserva Federal, que estimo un salto de 6,8% en junio de 2022, respecto al año precedente. Y este es el mayor crecimiento visto en cuarenta años dentro de los Estados Unidos.
Poder adquisitivo en Estados Unidos
Sin lugar a dudas, el aumento de precios en Estados Unidos está limitando de manera considerable el poder adquisitivo de los norteamericanos. Sobre todo de aquellos grupos más vulnerables como son las comunidades de latinos, afrodescendientes e indocumentados.
Otras estadísticas interesantes son aquellas vinculadas al mercado laboral. Algo preocupante según señalan muchos economistas puesto que el incremento de los ingresos puede impulsar aún más la inflación, haciendo que las empresas trasladen sus costos laborales más altos a los clientes, como suele suceder. Un ciclo interminable.
Ha sido tan acelerado el aumento de precios en Estados Unidos que los incrementos salariales no han logrado paliar la actual crisis inflacionaria. La mayoría de los consumidores están en desventaja en cuanto a la relación entre sus ingresos y el alto costo de la vida.
Gasto del consumidor y altos precios en Estados Unidos
Este viernes el gobierno estadounidense informó además que el gasto del consumidor logró superar la inflación el mes pasado. Se registra un incremento del 0,1% entre mayo y junio, después de actualizarse algunos cambios de precios.
No se trata de un indicador de menos interés, debemos tener en cuenta que el gasto al consumidor, se considera como el principal motor de la economía estadounidense. Y este se ha debilitado ante la altísima inflación, aunque de momento todavía contribuye a impulsar la inflación en el país. Ello se basa en una demanda creciente de servicios, que abarca desde los boletos aéreos y habitaciones de hotel, hasta las cenas en restaurantes, por ejemplo.
Pero habría que ver hasta cuando sucede así, pues no pocos advierten que los compradores se sienten presionados, y muchas veces no logran acceder a los artículos que buscan. Ello es una muestra inequívoca de que el gasto del consumidor se está debilitando gradualmente en Estados Unidos.
Walmart y Best Buy pronostican pérdidas
El propio Walmart ha reconocido que ha dejado de vender ropa y otros bienes de consumo, pues los clientes priorizan los alimentos y la gasolina, algo que les impide acceder a otros artículos asumidos como secundarios.
Por su parte, Best Buy disminuyó sus planes de venta y por tanto las ganancias dado que la creciente inflación los ha obligado reajustar sus compras, y ello ha afectado sobre todo la venta de electrodomésticos.