Un ambicioso proyecto para mejorar el tránsito en Miami muestra avances en su diseño y ejecución. Según Eulois Cleckley, director del Departamento de Transporte y Obras Públicas (DTPW) en el Fideicomiso de Transporte Independiente de Ciudadanos (CITT), el Corredor Sur que unirá a Miami con Miami Beach se encuentra construido en un 25%.
Se trata de una costosa inversión que tiene como objetivo mejorar el tránsito a través de seis corredores. Esto forma parte del Plan de Tránsito Rápido del Área Estratégica de Miami (SMART, por sus siglas en inglés), aprobado en 2016 por la Junta de Gobierno de la Organización de Planificación del Transporte de Miami-Dade.
El proyecto establecerá una conexión entre el distrito comercial central de Miami y Pinecrest, beneficiando también al Palmetto Bay, Cutler Bay, Homestead y Florida City. A través de 14 plataformas se moverá un bus eléctrico, que tendrá 30 paradas.
Otro corredor irá de este a oeste a lo largo de la SR 836/Dolphin Expressway desde el Centro Intermodal de Miami cercano al Aeropuerto Internacional de Miami hasta la Calle 8 y la 147th Avenida del SW. Constará con el Bus Rapid Transit (BRT) en carriles exclusivos.
Otros proyectos
Existen otros proyectos menos inmediatos. Uno de ellos es el Corredor Noreste, por donde circulará un tren. Este se desplazará por las vías del Ferrocarril de la Costa Este de Florida (FEC), y contará con seis estaciones desde el centro de Miami hasta la estación de Aventura. Una de las líneas irá desde el condado de Miami-Dade/Broward hasta la calle 75 del noroeste a lo largo de la avenida 27 del noroeste. Según cálculos podría transportar más de 7 000 pasajeros cada día.
El moderno sistema de tránsito rápido cambiará sin dudas la fisonomía de Miami, una urbe donde tener un auto es imprescindible para recorrer pequeñas y grandes distancias. Quizá en el futuro las personas solo usen su carro en determinados tramos. Trenes y buses harán el resto, como sucede en otras grandes ciudades del mundo.
Especialistas afirman que ello permitirá ahorrar tiempo a las personas, al no exponerse tanto a los embotellamientos en las carreteras de la ciudad. Miami podría equipararse entonces a otras urbes del mundo que cuentan con modernos sistemas de transporte.
