Varias zonas de Estados Unidos se encuentran en alerta tras los avisos de posibles tormentas peligrosas este fin de semana.
Se prevé que áreas de estados como Texas, Oklahoma y Kansas, ya afectadas por recientes tormentas, experimenten más episodios de mal tiempo el sábado y el domingo.
Recordemos que estas regiones han sido castigadas por una serie de tornados y granizadas severos, y ahora las autoridades piden mantenerse alertas ante la posible repetición de esos fenómenos.
Por ejemplo, la gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, ha solicitado la declaración de desastre para varios condados tras los devastadores tornados de esta semana.
Tornados severos
El Servicio Meteorológico Nacional ha confirmado que tres tornados independientes recorrieron un total de 209.21 km (130 millas) a través de Iowa. El fenómeno dejó un rastro de destrucción a su paso.
Donna Dubberke, meteoróloga jefe en Des Moines, ha indicado que se deben tomar precauciones adicionales debido a las condiciones climáticas severas previstas para los próximos días.
En Greenfield, Iowa, los residentes continúan recuperándose de un tornado que arrasó la ciudad el 23 de mayo de 2024. Joan Mitchell recibió el apoyo de su vecina Edith Schaecher frente a sus casas destruidas.
Gran poder destructivo
El tornado, con vientos de entre 175 y 185 km/h (109-115 mph), destruyó más de cien viviendas en menos de un minuto, cobró la vida de cuatro personas y dejó al menos 35 heridos.
Bill Yount, un residente de Greenfield, describió cómo su casa quedó cubierta de escombros. Se refugió en un armario durante el tornado y relató cómo el tejado se levantó y cayó de nuevo, rompiendo ventanas y causando daños significativos. «Cuarenta segundos cambiaron mucho mi vida», afirmó.
Ahora mismo los trabajos de limpieza en Greenfield son intensos, y en buena parte se realizan con maquinaria pesada recogiendo escombros. Es normal ver a decenas de residentes buscando recuerdos entre las ruinas de sus hogares. El pronóstico de más tormentas ha generado una mayor sensación de urgencia en la recuperación y preparación de las comunidades afectadas.
Las autoridades y los servicios de emergencia están en alerta máxima. Trabajan para asegurar que las comunidades estén preparadas y protegidas ante la posibilidad de más fenómenos meteorológicos severos en los próximos días.