Miles de beneficiarios están listos para recibir un cheque de estímulo de $1,312 este mes, una ayuda económica clave que alivia los gastos esenciales en tiempos difíciles.
Este programa anual asegura que aquellos que cumplan con ciertos requisitos de residencia y elegibilidad puedan acceder a este ingreso adicional, que muchos destinan a cubrir necesidades como alimentación, vivienda y salud.
¿Quién califica para el pago de $1,312?
Para recibir el estímulo, los solicitantes deben cumplir ciertos criterios de residencia y permanencia en el estado durante un periodo específico, sin intenciones de mudarse ni reclamar residencia en otro lugar. Además, deben haber estado presentes en el estado por lo menos 72 horas consecutivas en los últimos dos años.
El programa también establece requisitos de antecedentes penales, ya que quienes hayan tenido condenas graves en el último año o múltiples delitos menores no son elegibles. Las solicitudes deben completarse cada año entre el 1 de enero y el 31 de marzo, con una inscripción individual para cada miembro de la familia, incluidos los menores.
Fechas y formas de pago
Este mes, la última entrega del programa cubrirá los pagos pendientes correspondientes a 2023. Los beneficiarios que aún no han recibido su cheque pueden consultar su estado de pago con la autoridad encargada. Además, las solicitudes en estado «Elegible-No pagado» se completarán el próximo 21 de noviembre.
El pago puede recibirse mediante depósito directo, un método preferido por su rapidez y seguridad. Aunque los beneficiarios también pueden optar por recibir un cheque en papel, este suele tardar más debido al proceso de envío.
¿Qué esperar para el próximo año?
La ayuda brindada por este programa no solo se mantendrá, sino que aumentará a $1,702 en 2024. Se espera que alrededor de 600,000 residentes califiquen para este incremento en el próximo año, una cantidad que representa un respaldo aún mayor en un contexto económico desafiante.
Este beneficio es parte del Dividendo del Fondo Permanente, una iniciativa exclusiva de Alaska, creada en 1976 para distribuir entre sus residentes una parte de las ganancias de los recursos naturales del estado, particularmente del petróleo.