En respuesta a la creciente oleada de cubanos intentando ingresar a Estados Unidos a través de la frontera mexicana, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, confirmó una reunión con su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, el 22 de octubre en Palenque, Chiapas. El objetivo de este encuentro es definir estrategias que aborden la situación migratoria actual.
En la última semana de septiembre, se reportó una reunión entre el Instituto Nacional de Migración (INM) de México y autoridades estadounidenses en Ciudad Juárez, donde se discutió la posibilidad de “deportar” a migrantes que se encuentran en ciudades cercanas a la frontera con Estados Unidos, como El Paso, San Diego y Eagle Pass.
En medio de esta dinámica migratoria, una fuente gubernamental mencionó la importancia de abordar de manera ordenada el flujo de personas, especialmente en regiones como Tapachula, Chiapas, y la frontera con Estados Unidos. Aunque se reanudaron los vuelos de deportación entre México y Cuba, se enfatizó que no se trata de deportar a los migrantes.
Deportaciones de cubanos
Cuba, por su parte, ha acordado medidas de deportación con Estados Unidos en noviembre del año pasado. Este acuerdo permite la devolución de personas consideradas “inadmisibles” que intentan llegar a EE. UU. por vía marítima. Anteriormente suspendido debido a la pandemia y a tensiones bilaterales, este acuerdo se retoma en un contexto donde la crisis migratoria en la región se vuelve cada vez más apremiante.
Con la reunión entre Díaz-Canel y López Obrador en el horizonte, se busca establecer acciones conjuntas que aborden esta problemática y busquen soluciones a largo plazo para la situación migratoria en la región.