En Florida se anuncia por estos días una novedosa ley. La nueva legislación aborda un cambio en la manera de venderse los automóviles en ese estado del sur norteamericano. El gobernador Ron DeSantis aprobó la ley HB 637 hace poco tiempo. Esta medida cancela todas las ventas directas de los productores, ya sea por la comercialización presencial o la vía virtual.
Algunas compañías importantes como Ford o General Motors, no podrán ofertar sus productos a los clientes. A partir de los próximos días, estas empresas deberán proponer las mercancías a las distribuidoras particulares.
La venidera propuesta tiene el objetivo de velar por la estabilidad económica de la automovilística. La fecha prevista para dar inicio a la ley, será el sábado 1 de julio del presente año.
La medida no se aplicará para todas las empresas
Se espera que la medida provoque una fuerte contradicción en el sector de los vehículos. El motivo del inconveniente, radica en que la norma no se aplica para los negocios que fabrican carros eléctricos, por prescindir de intermediarios.
Las marcas que se librarán de la ley son Tesla, Rivian, Polestar y Lucid. Los prototipos de energía eléctrica seguirán vendiéndose sin mediadores entre los productores y clientes en los centros comerciales y los sitios digitales.
Las personas que defienden la ley, dijeron que al iniciar julio existirá mayor protección para los compradores y proveedores. Estos ciudadanos opinan que actualmente existe un mercado monopolizado con tarifas exageradas por parte de las industrias productoras de autos.
También se alega que los distribuidores brindan servicios eficientes y variados con garantías de pago. La compra directa dañaría a los pequeños empresarios que poseen puntos de venta con automóviles.
Los que no están a favor de la iniciativa, expresan que se reducen las alternativas de la población. Estas personas piensan que los distribuidores adicionan impuestos al importe total del vehículo.