En Estados Unidos existen varias identificaciones importantes, y una de ellas es la tarjeta del Seguro Social. Con el número de esta tarjeta se puede tener acceso a créditos y cuentas de banco.
Si una persona extravía o le estafan la tarjeta del Seguro Social, enfrentaría muchos problemas. La identidad podría ser robada y la víctima sería la primera sospechosa.
Sustituir la numeración de la Seguridad Social, es un proceso engorroso y demorado. La Administración del Seguro Social (SSA) necesitará evidencias palpables que demuestren el uso indebido de la tarjeta por un extraño.
El robo de este documento, puede afectar de varias formas. La situación más común, es quedar expuesto a un fraude financiero, cuando el ladrón pide dinero con la tarjeta sustraída.
Otro riesgo es el fraude médico que implica la asistencia de doctores o enfermeros y se vulnera el seguro de salud. La última alternativa que queda es el fraude fiscal, con este se obtienen devoluciones de dólares por pagos de impuestos ilegítimos.
Los pasos para tramitar un nuevo documento
La SSA informa, que no habrá un cambio de tarjeta si las pruebas del afectado son escasas. Tampoco se tomarán medidas, al comprobarse que el dueño de la tarjeta está evitando entrar en una situación de crisis económica.
La SSA no entregará una tarjeta nueva, si descubre que el propietario está evadiendo la ley y sus obligaciones. Si existiese una afectación real, los implicados tendrán que informar el suceso al sitio IdentityTheft.gov que lo controla la Comisión Federal de Comercio (FTC).
El segundo paso es contactar con el Servicio de Impuestos Internos (IRS) para detectar las declaraciones tributarias falsas que se realicen. Después se avisará al Centro de Quejas de Delitos en Internet para introducir en el sistema, el número de Seguro Social robado. Luego de estas acciones, el ciudadano deberá estar alerta para constatar que los hechos delictivos se detuvieron.
