Los cheques de estímulo que enviaba el gobierno federal a los residentes en Estados Unidos ya llegaron a su fin.
Aunque, claro, aún están a tiempo algunas personas de reclamar su pago directo si no les ha llegado. Ya vemos la pandemia de Covid-19 a través del retrovisor, sin embargo, las estafas financieras siguen muy latentes.
A estas alturas, aún existen miles de hackers que buscan disímiles fórmulas para estafar a sus víctimas. Un método muy común es aprovecharse de las personas vulnerables a las cuales prometen dinero gratis y fácil.
Modos operandi más comunes para estafar
Es frecuente que los estafadores usen el deseo de una nueva ronda de cheques de estímulo para robar a las personas.
Ten cuidado con los correos electrónicos de pishing que recibas vinculados a pagos directos. Es usual que se envíen desde direcciones sospechosas y que el texto contenga faltas de ortografía.
Otro método acostumbrado de los estafadores es llamar a sus víctimas y pedirles que verifiquen la información para recibir un cheque de estímulo.
Por último, los “expertos en estos robos” mandan tarjetas de débito EIP falsas o cheques fraudulentos por correo. Luego piden a las personas que transfieran dinero a una cuenta determinada.
Es vital conocer que el Servicio de Impuestos Internos (IRS) ni el gobierno federal emplearían dichos métodos. Estas vías resultan infracciones evidentes de la seguridad y privacidad de las personas. A propósito del tema, varias agencias gubernamentales han emitido alertas a los residentes.
“Los estafadores continúan usando la pandemia como un dispositivo para asustar o confundir a las posibles víctimas. Buscan que ellas entreguen el dinero o la información personal que tanto les costó ganar”.
Así comentó el comisionado del IRS, Chuck Rettig, cuando comenzaron estas estafas. “Insto a todos a tener cuidado con las llamadas, mensajes de texto y correos electrónicos sospechosos que prometen beneficios que no existen”, concluyó el ejecutivo.