Una tormenta azotó el sur de Florida, causando estragos y caos en diversas áreas.
Desde las primeras horas de la mañana del domingo, fuertes lluvias golpearon la región, provocando inundaciones localizadas y daños en viviendas y vehículos. El Downtown de Miami y Brickell fueron especialmente afectados por esta inclemencia climática.
Las precipitaciones, que comenzaron de forma leve, fueron incrementando su intensidad a lo largo del día, convirtiendo las calles en trampas resbaladizas y ocasionando retrasos y congestionamientos en el tráfico. Conductores expresaron su frustración ante las difíciles condiciones en las carreteras, evidenciadas por el constante sonido de bocinas y la lentitud del movimiento vehicular.
Uno de los momentos más alarmantes se vivió al mediodía cuando una tromba marina se transformó en un tornado en los Cayos. Aunque se registraron daños en algunas propiedades, afortunadamente no se reportaron heridos gracias a la rápida respuesta de los residentes.
En Pembroke Pines, un gran árbol cayó sobre una vía, obstruyendo el paso y manteniendo la zona afectada durante horas. Las autoridades actuaron con prontitud para despejar la vía sin que se produjeran daños mayores.
En Plantation, los vientos fuertes causaron estragos en dos vehículos, uno de los cuales quedó literalmente encima del otro, como se evidencia en imágenes compartidas en redes sociales.
A pesar de la intensidad de la tormenta, no se reportaron heridos graves en ninguno de los eventos. Sin embargo, la advertencia sobre las condiciones climáticas adversas continuó, con Fort Lauderdale y Palm Beach en riesgo de inundaciones durante la noche del domingo.
A medida que la tormenta se alejaba de la región, se esperaba que las condiciones climáticas mejoraran gradualmente este lunes. Se preveían lluvias ligeras por la mañana, pero se esperaba un día más despejado y con períodos de sol por la tarde. Las autoridades locales instaron a la precaución y a mantenerse informados sobre las condiciones climáticas cambiantes.