Kamala Harris propone realizar importantes reformas económicas, entregar créditos fiscales, cheques de estímulo y controlar los precios de los alimentos y productos esenciales. Mientras que Donald Trump basa su campaña en críticas a ella y la acusa de «comunista».
La actual vicepresidenta de Estados Unidos, ha mostrado su interés en impulsar políticas que incluyen la regulación de precios y la concesión de ayudas económicas como créditos accesibles. Todo ello como parte del programa de su candidatura presidencial para noviembre de 2024.
Estas iniciativas, según Harris, tienen como objetivo reducir la carga económica sobre las familias trabajadoras, garantizar el acceso a bienes esenciales, y promover una mayor equidad en el sistema económico de Estados Unidos. Sin embargo, desde el Partido Republicano exageran y la tildan de «comunista».
Entre las propuestas de Harris, se destaca la idea de que el gobierno intervenga en la regulación de precios de productos básicos, como alimentos y medicamentos. Todo ello para combatir la inflación y frenar las prácticas monopolísticas que perjudican a los consumidores.
Asimismo, su plan aboga por la creación de programas de créditos con bajos intereses. Estos estarían especialmente orientados a pequeñas empresas y familias de bajos ingresos, con el fin de fomentar un crecimiento económico más inclusivo.
Críticas de los republicanos
Sin embargo, estas ideas han sido duramente criticadas por el expresidente Donald Trump, quien rápidamente acusó a Harris de ser «comunista».
Trump quien ya ha acusado a Harris de ser falsamente negra, ahora sostiene que las políticas propuestas por Harris representan una amenaza directa a la libertad de mercado en Estados Unidos. Argumenta que la intervención estatal sobre los precios y el otorgamiento de ayudas podría conducir al país hacia un modelo económico comunista.
Cuando la campaña presidencial de ambos llega a la recta final a Trump se le critica por no ofrecer un plan económico viable y basar su candidatura solo en ataques a Harris. Desde el propio círculo republicano han cuestionado el discurso electoral de Trump, y le han pedido que hable de propuestas serias en lugar de atacar a la actual vicepresidenta.
De cualquier manera, la diferencia de visiones pone de manifiesto las diferencias fundamentales en la política económica estadounidense. Mientras Harris defiende un rol más activo del gobierno para corregir lo que considera deficiencias del mercado, sus críticos, liderados por Trump, abogan por mantener la libertad de las empresas.
Este debate marca el inicio de lo que promete ser una contienda política centrada en la economía, anticipando los temas clave que podrían dominar la campaña presidencial de 2024 en Estados Unidos.