Los estados de Estados Unidos tienen exigencias diferentes para otorgar la licencia de conducción a los emigrantes indocumentados. Existen algunos estados que conceden el permiso para manejar a los inmigrantes en proceso de trámites legales.
Otros estados prohíben la autorización de conducir a los extranjeros sin papeles. La Décima Enmienda faculta a los estados de tomar sus decisiones sin contradecir la ley federal.
Son 19 estados además del Distrito de Columbia, los que emiten la autorización para conducir a los emigrados sin documentos. Entre estos estados, se encuentran California, Colorado, Connecticut, Delaware, Hawái, Illinois, Maryland, Massachusetts, Minnesota, Nevada, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Oregón y Rhode Island.
También están Utah, Vermont, Virginia y Washington que aprueban la solicitud de conducción a la población foránea indocumentada. Los interesados deben presentar datos personales, como el certificado de nacimiento, el pasaporte y una prueba de la vivienda donde habita.
Se aproxima una ley desfavorable en Florida
El próximo 1 de julio del presente año, empezarán a tener vigencia en algunos estados, variadas órdenes legales que favorecen a los emigrantes sin documentos. Pero en Florida ese mismo día, comenzará a regir una ley aprobada por el gobernador Ron DeSantis.
Esta medida establece la cancelación de licencias de manejar, obtenidas en el resto de los estados por los extranjeros en proceso migratorio. Hace dos años manejaban en el país, más de 232 millones de personas.
California entregó el número más alto de licencias de conducción en el 2021, con 27 millones. El segundo lugar lo ocupó Texas, que dispuso de una cantidad superior a los 18 millones.
Florida obtuvo el tercer puesto con una cifra mayor a 16 millones de licencias para conducir. Por ese orden, sigue Nueva York que concedió el permiso de manejar a cerca de 12 millones de habitantes.
Washington fue el primero de los estados en dar su consentimiento en 1993, para que los indocumentados pudieran conducir. En 2023, el estado de Minnesota fue el último que ha permitido a los inmigrantes sin estatus legal, que tengan permiso para manejar.
