La actual administración de Joe Biden ya está oficialmente autorizada a poner fin al polémico programa fronterizo aprobado por su antecesor Donald Trump.
Este lunes la Corte Suprema de Estados Unidos certificó su fallo, de hace aproximadamente un mes, relacionado con el tema.
La política establecida por el anterior inquilino de la Casa Blanca indicaba a los solicitantes de asilo que aguardaran en México sus audiencias. Un acto “simbólico” que vuelve a atizar el fuego sobre cómo y cuándo se eliminará definitivamente ese programa.
Los jueces votaron 5-4 a favor de eliminar la política conocida como “Permanecer en México”. En el propio expediente se apreciaba la frase de “sentencia dictada” refiriéndose a que ya la parte legal estaba concretada.
En esencia, los altos funcionarios, encargados de ejecutar ahora esa sentencia, han dicho muy poco al respecto. No se conoce aún si las miles de personas que esperan en México el desenlace de sus casos podrán permanecer en tierras aztecas.
Tampoco se ha informado acerca de la pertinencia de que aguarden el fin de sus procesos en Estados Unidos. Todo ello mientras la corte de inmigración analiza cada caso particular.
Silencio desde la Casa Blanca
A propósito de esta reciente oficialización del dictamen, desde la Casa Blanca llega un silencio sepulcral. Ni en la Oficina Oval, tampoco en el Departamento de Seguridad Nacional, se han escuchado voces con ideas sobre qué hacer en el futuro inmediato. Lo mismo sucede con las autoridades mexicanas, no han creído oportuno opinar.
Más de 70 mil migrantes fueron parte de la política conocida como “Protocolos de protección al Migrante”. Todo comenzó en enero del 2019 cuando Donald Trump la implementó. Biden, apenas iniciar su mandato, la suspendió cumpliendo así una de sus promesas electorales.