Las ventas de viviendas usadas o, de segunda mano como también se les conoce, elevaron sus costos durante el pasado mes de febrero. Así lo reveló la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR) en su estudio mensual sobre el tema. El ascenso, inesperado, resultó del 14.5% luego de que en el primer mes del año se reportara un retroceso del 0.7%.
Lo sucedido en febrero clasificó como el primer aumento del 2023 tras varias caídas de forma consecutiva en meses previos. Causas existen múltiples, sin embargo, la más notable es el descenso de las tasas hipotecarias. Este factor obligó a los compradores a agilizar el proceso aún más.
Al tema se refirió Lawrence Yun, reconocido economista y jefe de NAR. “Con los cambios en las tasas hipotecarias, los compradores de viviendas están aprovechando cualquier disminución”.
Ganancias más sólidas
El propio experto señaló que se están viendo ganancias mucho más sólidas en varios lugares del país. Sobre todo se refiere a las urbes donde los precios disminuyen y las economías locales crean más empleos. Pese a estos cambios en los costos de las casas, es imprescindible recordar que el mercado inmobiliario no se mueve de la misma forma.
En este caso los precios varían en dependencia de la asequibilidad del mercado. Y es que resulta muy difícil pronosticar cómo se comportarán ciertos parámetros claves en este fenómeno. Por ejemplo, las regiones que proponen precios más bajos, el mercado experimenta un ligero crecimiento y viceversa.
Un dato interesante relacionado con el tema lo publicó Housing Starts en su reciente informe. Se trata de que la construcción de viviendas en Estados Unidos aumentó un 9.8% en el citado mes de febrero.
El ascenso es menor un 18.4% que en 2022. Entonces, los tipos hipotecarios aumentaron entre mayo y julio haciendo que la construcción sufriera fuerte caídas.