La Casa Blanca valora en estos momentos liberar una reserva especial de diésel para tratar de paliar la escasez de combustible y evitar el aumento drástico de los precios.
El propio presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, declaró recientemente que una de las prioridades del gobierno, actualmente, es abordar la inflación y los altos precios de la gasolina.
Desde el domingo pasado el precio promedio del diésel a nivel de país llegó hasta los 5.56 dólares por galón. Solo dos centavos por debajo del récord de la semana pasada. Esta cifra, por cierto, marca un aumento del 75% si lo comparamos con el año anterior.
En la Oficina Oval, incluso, se está considerando emplear la reserva de petróleo para calefacción doméstica del noreste del país. La misma se creó en el año 2000 y solamente se ha utilizado una vez: hace diez años tras el paso del huracán Sandy.
Esa reserva contiene un millón de barriles de diésel lo que es igual al suministro de una sola jornada en la región. Claro, el impacto de esta liberación tendría que ver directamente con el tamaño de la reserva.
Tocar fondo
Hace par de semanas, los destilados en Estados unidos llegaron a su pico más bajo desde el año 2005. En estos momentos la existencia es de 105,3 millones de barriles.
En la costa Este, tocaron fondo el 6 de mayo para luego recuperarse la semana pasada. En dicho lapso se contaron 22,5 millones de barriles, según informó el propio Gobierno Federal.
Esta crisis de abastecimiento de combustible es otro de los retos que ha tenido que enfrentar el demócrata Joe Biden durante su mandato.
Por lo que parece, la Casa Blanca debe seguir analizando nuevas medidas al respecto. Tengamos en cuenta que la reserva a emplear de manera inmediata no presenta la capacidad suficiente para suplir la demanda.