En Estados Unidos se pretende reducir la semana laboral a cuatro días a través de un proyecto de ley en revisión. El principal impulsor de la iniciativa es el senador por Vermont, Bernie Sanders.
Lo más llamativo del plan es que los trabajadores no perderían dinero en sus salarios mensuales, aunque laboren un día menos. El proyecto se titula Ley de Semana Laboral de Treinta y Dos Horas.
Tal como indica su nombre se trabajaría durante 32 horas en total cada semana. El proceso del cambio sería de manera paulatina, se estima que se produzca en un período de cuatro años.
Un dato importante del proyecto es que se incluye la reducción del máximo de horas requeridas para la compensación de horas extras para los empleados no exentos. Precisamente Sanders abordó el tema. “Pasar a una semana laboral de 32 horas sin pérdida de salario no es una idea radical”.
“Hoy en día, los trabajadores estadounidenses son más de un 400 por ciento más productivos que en la década de 1940. Sin embargo, millones de estadounidenses trabajan más horas por salarios más bajos que hace décadas. Eso tiene que cambiar”.
Pago de horas extras
Según el proyecto de ley, liderado por Sanders, se exigiría un pago de horas extras a tiempo y medio para las jornadas laborales que duren más de ocho horas. Lo mismo sucederá con un beneficio de horas extras que pagaría a los trabajadores el doble de su salario regular si su jornada es superior a 12 horas.
“Es hora de reducir el nivel de estrés en nuestro país y permitir que los estadounidenses disfruten de una mejor calidad de vida. Es hora de una semana laboral de 32 horas sin pérdida de salario”, refirió el senador.
Sanders citó varios estudios sobre el tema para apoyar su proyecto. La mayoría coincide en que los salarios semanales de los trabajadores estadounidenses promedio son más bajos que hace 50 años. Además, luego de ajustar la inflación, los directores ejecutivos ganan cientos de veces más que sus trabajadores.
